Este zifio es muy difícil de observar y se desconoce mucho de su biología. Los recién nacidos miden de 2 a 3 metros y pesan unos 250kg, mientras que los adultos pueden alcanzar los 7 metros de longitud y un peso de 2 a 3 toneladas.
Desde su mandíbula inferior sobresalen dos dientes, que en los machos son bastante visibles. El color de su piel varía de marrón oscuro en los animales más jóvenes a gris claro en los adultos. Son animales que prefieren las aguas profundas (en torno a los 800 m) y se alimentan de calamares y varias especies de peces.
Por norma general, los zifios suelen evitar las embarcaciones, son animales extremadamente sensibles y desafortunadamente se han producido varamientos en masa en los últimos años en las Islas Canarias.