Calderones, Delfines moteados, Delfines mulares, Zifios, Zifios de Cuvier, Falsa orca, Rorqual tropical
Recientemente hemos visto las siguientes especies de ballenas y delfines en nuestras excursiones de avistamiento de cetáceos en La Gomera:
- Calderones (Calderón tropical)
- Delfines moteados del Atlántico
- Delfines mulares
- Zifios (sin identificar)
- Zifios de Cuvier
- Falsa orca
- Rorqual tropical
Un día divisamos aletas dorsales oscuras a lo lejos. Parecía que estaban pasando muchas cosas en el lugar, ya que el agua se movía y las sombras oscuras aparecían y desaparecían constantemente. ¿Eran marsopas? ¿O tal vez calderones excitados? Así son las cosas, el océano siempre guarda alguna sorpresa. Nos acercamos con cautela y no podíamos creer lo que veían nuestros ojos cuando nos dimos cuenta, después de mirarlos varias veces, de que no eran marsopas ni calderones. En su lugar, se trataba de un gran banco de pequeñas orcas (ballenas bobas) retozando en la superficie del agua. Fue un momento impresionante ver a estos animales cazar y jugar. A pesar de estar tan ocupadas, nos maravillaron con sus ojos curiosos y nos examinaron de cerca a nosotros y al barco. Y no se llaman así porque sí: Su comportamiento y presencia hacen que uno se asombre de lo parecidas que son a las Orcas Orcinus, las «verdaderas» orcas al fin y al cabo.
En uno de nuestros viajes se produjo un fantástico encuentro entre calderones y delfines moteados. Los delfines moteados eran juguetones, curiosos y estaban ansiosos por moverse. Su entusiasmo por la vida es realmente contagioso.
Los delfines mulares también mostraron su mejor cara de vez en cuando.
Tuvimos la increíble suerte de avistar zifios en tres ocasiones. Una vez fueron zifios de Cuvier. Sin embargo, estaban lejos y sólo podían verse brevemente, por lo que no siempre estábamos seguros de quién era exactamente. No obstante, ¡fue una experiencia mágica!
También saludamos a las primeras pardelas en el mar, a tiburones y a muchos «man o’ wars» portugueses.
Por desgracia, también tuvimos que liberar a otra tortuga del plástico. Ya se había tragado un trozo grande y se había enredado. La subimos al barco y la entregamos a la organización responsable.
A finales de mes nos alegró ver otra ballena de Bryde.
La tasa de avistamientos de todo el periodo fue del 80%.
Fotos: Noel Covián, OCEANO Archiv