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La Gomera – Islas Canarias

La Gomera – una de las siete islas canarias, ¡es realmente única!

Con tan solo 22-25 km de diámetro La Gomera ofrece a los visitantes amantes de la naturaleza un diverso abanico de paisajes: grandiosas vistas sobre abruptos barrancos, imponentes conos volcánicos y vastos palmerales.

Pequeños pueblos y aldeas, playas de fina arena negra, el famoso bosque de laurisilva (declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO) y una amplia variedad de flora desde la platanera hasta el drago, pasando por el enebro, que se reparten entre un verde norte y un sur más seco y soleado. ¡Y mucho ma(s)r nos puede ofrecer esta isla!

Sus brillantes cielos estrellados, atardeceres rebosantes de color y su fantástica vista sobre el inmenso Atlántico, la han definido como „Isla Mágica“.

Lo especial de esta isla canaria no es sólo su suave clima, definido en alguna ocasión por científicos como el mejor clima del mundo. Con temperaturas que, en zonas costeras incluso en invierno no bajan de los 18ºC y en verano no superan generalmente los 30ºC, este clima es agradable en cualquier época del año. ¡Con razón las islas canarias son llamadas las islas de la eterna primavera!

Ya desde la época de Homero, el poeta griego, en el 800a.C., eran descritas como islas paradisíacas. En La Gomera este paraíso aún se puede encontrar, a pesar de la influencia de la civilización y del siempre creciente turismo, partes inevitables del desarrollo natural. Joyas, lugares de tranquilidad y momentos en los que el tiempo pierde importancia son fáciles de encontrar y de disfrutar.

Los principales atractivos de La Gomera

Si nos mantenemos en las alturas, es imprescindible nombrar el impresionante Roque Agando, una antigua chimenea volcánica, que sobresale de manera imponente, directamente al lado de la carretera principal que conduce a Valle Gran Rey desde San Sebastián. Desde el Roque Agando podemos descender por el barranco de Benchijigua, a través de un bellísimo sendero, hasta Playa Santiago. Junto al Roque Agando se encuentran sus dos roques hermanos: el Roque de la Zarcita y el Roque de Ojila.

Una escalada que merece la pena es la de La Fortaleza, una meseta de 1214 m de altura en la que se realizaban rituales guanches y que cuenta con mucha historia gomera.

Pero sin duda, el principal atractivo de la isla es el Parque Nacional de Garajonay, en el que se encuentran aproximadamente 4000 hectáreas de laurisilva, declarado desde 1986 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En él no sólo se puede contemplar una exuberante vegetación y disfrutar de un aire sin igual, sino que nos podemos hacer una idea del aspecto que tenía toda Europa Central en el Terciario.

Los ancestrales árboles de enmarañadas ramas recubiertas de musgos, atrapados en la neblina conocida por los gomeros como el „Aliento de Dios“, hacen perder un poco la noción del tiempo. Con este escenario, ¿a quién le extrañaría encontrarse con hadas y gnomos en este bosque encantado tal y como cuentan las leyendas?

De camino al caserío del Cedro, nos podemos detener en la ermita desde la que se escucha el murmullo del riachuelo del Cedro, el único cauce de agua superficial permanente de La Gomera.

En el Centro de Visitantes, en el norte de la isla, se pueden descubrir interesantes datos históricos y geográficos de la isla, así como conocer la flora endémica en su jardín botánico. Desde este Centro, también conocido como „Juego de Bolas“, podemos continuar nuestro recorrido por el verde norte: Vallehermoso, la antigua capital cultural de la isla; Agulo, el pintoresco pueblo con sus callejuelas empedradas también conocido como el „Bombón de La Gomera“; y Hermigua, con su rica agricultura, donde podremos bañarnos en su piscina natural, el „Pescante“.

Además, su vecina playa, la Caleta, nos invita a la siesta tras haber degustado un sabroso pescado fresco.

Una parada imprescindible en la isla es el restaurante típico gomero de Doña Efigenia en Las Hayas, una institución desde hace décadas. En él podremos no sólo disfrutar de la cálida y hospitalaria atmósfera, sino también de la sencilla pero sabrosa comida típica gomera.

Valle Gran Rey

Este bellísimo pueblo, cuyo valle se alza desde el nivel del mar hasta los 800 metros de altura, es el lugar de salida de las excursiones de avistamiento de cetáceos de OCEANO.

El atractivo de este valle, con sus innumerables terrazas de cultivo, reside en su singular mezcla. En él podrá encontrar playas de fina arena negra rodeadas por imponentes acantilados de hasta 600m de altura, numerosos jardines rebosantes de coloridas flores, plantaciones de plataneras frente al mar, así como una amplia oferta de agradables cafeterías y exquisitos restaurantes, pequeñas tiendas y supermercados, e incluso cibercafés y tiendas de fotografía. Todo le será muy accesible a pie, aunque también podrá alquilar bicicletas si lo desea.

Las posibilidades de ocio y deporte son variopintas y van desde excursiones en bicicleta, caminatas guíadas, alquiler de kayaks hasta una visita al gimnasio bien equipado. Además, podrá disfrutar de diversas terapias de Spa y relajación como, por ejemplo, masajes realizados por cualificados terapeutas o programas de meditación y yoga. Visite también el interesante mercadillo tradicional de los domingos, la playa frente a „Casa María“, el legendario punto de encuentro para ver la puesta de sol en La Playa, o el encantador barrio del puerto „Vueltas“, donde encontrará nuestra oficina de OCEANO, en la que podrá visitar nuestra exposición permanente „Delfines y ballenas de La Gomera: Biodiversidad en un mundo en transformación“.