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Avistamientos en junio 2023

Calderones, delfines mulares, delfines moteados, delfines de dientes rugosos, delfines comunes, zifios, rorcuales, probablemente cachalotes, tortugas bobas, charranes

También en junio de 2023, pudimos observar al menos 7, muy probablemente incluso 8 especies diferentes de ballenas y delfines en nuestras excursiones de avistamiento de cetáceos frente a La Gomera:

  • Delfín mular
  • Calderón tropical
  • Delfín moteado del Atlántico
  • Delfín de dientes rugosos
  • Delfín comun
  • Rorcual (probablemente rorcual tropical resp. rorcual norteño)
  • Zifio (1x Zifio de Cuvier)
  • probablemente Cachalote

Este mes de junio fue realmente muy diverso: por un lado, el tiempo interfirió bastante con nuestros planes, y la borrasca Oscar nos impidió salir al mar varios días. También hubo algunas salidas sin avistamientos. Por otro lado, el mar nos regaló encuentros con al menos 7 especies, ¡muy probablemente incluso 8!

Todos y cada uno de los avistamientos son especiales y únicos, y los disfrutamo siempre, pero este mes también hubo algunos momentos muy especiales:

Los invitados y la tripulación de una excursión inolvidable tuvieron la suerte de ver 5 rorcuales, probablemente rorcuales tropicales, nadando alrededor del Ascensión del Señor, ¡y uno saltó casi completamente fuera del agua justo al lado del barco! Es bastante raro que el mar ofrece regalos como ese….

Otra excursión se vio sorprendida por una enorme manade de unos 500 delfines moteados del Atlántico. Se vieron salpicaduras por todas partes, el océano parecía hervir…

Y un grupo vivió un pequeño thriller: el avistamiento de grandes ballenas, muy probablemente cachalotes: vimos un soplo desde muy lejos y condujimos hacia él durante largo rato. Una y otra vez pudimos ver las „fuentes“ por el camino, y cada vez era más obvio que se habían soltado en al menos 2 lugares diferentes, aunque cercanos entre si. Aún más tarde y más cerca, se hizo cada vez más obvio que el soplo estaba inclinado – una característica típica de los soplos de cachalote. Y un poco más cerca aún, para alegría de todos, ¡se podía ver un cuerpo! Desgraciadamente, el animal estaba a punto de sumergirse, pero volvió a mostrarnos su aleta caudal a modo de despedida, algo que también es común para los cachalotes. Esperamos un rato, pero como a los cachalotes les gusta sumergirse durante 30-45 minutos o incluso más, no volvimos a verlos. Pero sin duda fue emocionante!

Fotos: Noel Covián, archivo OCEANO, U.C. Ludewig